La ecografía de las 20 semanas siempre nos tiene en vilo, no solamente porque nos dirán si es niña o niño, sino porque también mirarán al bebé por todos lados para descartar problemas y anomalías genéticas.
Yo estaba nerviosa, ya sabéis, pero resultó estar todo bien y la sorpresa: ¡es un nene!, Oliver se llamará, o se llama.
Y las nenas están felices porque ellas querían un hermanito varón, les hace mucha ilusión algo diferente, ya que como hermanas se tienen entre ellas. Yo realmente estaba indecisa, es decir, me daba igual, cuando en los otros embarazos quería definitivamente NIÑAS. Esta vez la idea de tener un varón no me disgustaba y hasta me hacía ilusión, pero tener otra niña obviamente también. Criar mujeres es algo increíble.
Y aquí estamos, en la semana del cumpleaños de Sofía, con la noticia de un bebé sano en mi vientre, que crece y se mueve mucho, que ya desde hace tiempo amamos y esperamos. Una semana feliz.