La escritura y la lectura tiene su punto de partida en los ojos, es decir, en la memoria visual. El primer paso es reconocer la largada de las palabras, los símbolos que las componen y más adelante se podrán entender y descifrar el significado entero. Así que pese a que el aprendizaje del lenguaje se da de forma natural tiene un proceso bastante complejo.
¿Cómo podemos propiciar este contacto con la escritura?
- Tener un abecedario en la habitación o en el cuarto de baño hará que los niños entren en contacto con las letras por un interés propio.
- No forzarlos. Cada niño tiene su proceso de aprendizaje, hay niños que aprenderán antes que otros en hacer unas u otras cosas, lo mismo sucede con los adultos.
- Enseñarles a coger bien el lápiz es importante, pero siempre de forma positiva.
- Antes de intentar escribir, podéis dibujar con pintura de dedos y que intente escribir su nombre.
- Prestarle atención y darles su tiempo.
- Propiciar actividades divertidas e incluso juegos para aprender a escribir.
Un libro-pizarra para escribir y borrar
Par que los niños aprendan a escribir de una forma discernida os proponemos este libro: 100 palabras para escribir y borrar de Círculo Imaginarium . Un libro-pizarra con el que los niños se divertirán al mismo tiempo que aprenden a escribir.
Es un libro con las páginas plastificadas para escribir y borrar con el rotulador (que trae el mismo libro) tantas veces como se quiera. Las palabras están punteadas para que los niños las resigan y así, además de practicar la escritura, desarrollen su psicomotricidad fina y la coordinación óculo-manual.
Pero no solo hay palabras y letras para reseguir, también hay pequeños juegos. Actividades como dibujar, colorear, recortar, unir los puntos o resolver laberintos le ayudarán a desarrollar la psicomotricidad fina.
Además, ¿quién ha dicho que no se puede dibujar al lado de cada palabra? ¿Cómo dibujaríais vosotros un tren?