El dormitorio de Sofía sufrió incontables cambios desde que nos vinimos a vivir a este piso: primero fue un cuarto de visitas, para que mi madre y mi suegra vinieran al nacer Sofi, después fue un cuarto de juegos, porque Sofi dormía conmigo. Más tarde pusimos su cama, una camita pequeña de Ikea en la que durmió años… hasta que decidimos poner una cama grande pero a media altura para que ponga debajo sus juguetes. No fue una buena idea y poco después la bajamos, hasta que se rompió. Cuando esto pasó decidimos que era hora de hacer grandes cambios e incluir a Óliver en ese dormitorio (solo tenemos el nuestro y el otro es donde está Vicky de 15 años).
Lo primero que hicimos fue tomar medidas, visitar IKEA y buscar en absolutamente todos los muebles, pertenezcan a la sección que sea. Como una iluminación divina vino a mi mente la colección IVAR, que tenemos en trastero, cocina y baño, y me puse manos a la obra con el proyecto.
Todo tenía que ser en madera para dar un toque nórdico y poder pintarlo en un futuro del color que nos apeteciera. Cuando compro un mueble siempre pienso en los diferentes usos que se les puede dar en caso de cambios. Nuestra elección fue la siguiente:
- Cama litera MYDAL, de pino natural
- TROFAST horizontal en madera de pino con tres cajas blancas
- TROFAST vertical con 3 cajas blancas, también en madera natural
- Estructura IVAR
- Armario IVAR
- También elegí las fundas nórdicas en blanco, porque me encantan las sábanas de hotel y las NATTJASMIN me recuerdan mucho a estar de vacaciones.
- Y muchas cajas para poder guardar cosas, cositas y cosetas.
Además pusimos el tablero SKÅDIS donde queríamos poner la casita estante FLISAT porque nos parecía que quedaba mucho más ligero y práctico.
Y así quedó con todo ya puesto (aunque siempre quedan cosas por hacer).
Dejamos las puertas del armario un poco separadas entre si para que le resultara más fácil a Óliver abrirlas y cerrarlas. Dentro tiene algunos de sus juguetes.
El TROFAST alto lo puse de costado porque fallé en los cálculos y no cabía, pero al final lo resolveremos con unas ruedas y pintura de pizarra o magnética en la parte de la madera.
Inclusive detrás de la puerta intenté aprovechar el espacio, puse un perchero alto y dos tiradores a la altura de óli para que él también pueda aprender a colgar su chaqueta.
Y algunos detalles:
En esta foto Luciana Hoffmann muestra el dormitorio desordenado y con vida, lejos de como me gustaría mostrarlo pero REAL.
De esta forma conseguimos aprovechar cada uno de los rincones de la habitación, con los juguetes de Óliver, los libros de Sofía y miles de cosas más.
¿Qué te ha parecido el dormitorio de mis hijos pequeños? ¡A ver si consigo hacerlo con el de mi hija mayor!